SIN GANAS DE QUERER
Me quedé sin ganas de querer,
con sabor amargo en las entrañas,
con el miedo a volver a perder
el corazón, la cabeza y mis alas.
Me quedé sin ganas de querer,
y vacía también me quedó el alma;
de tanto y tanto que entregué,
de aquel amor, no queda nada.
Me quedé sin ganas de querer
perdida ya toda esperanza.
Y aunque triste pueda parecer,
yo me siento ahora en paz y calma...
Y aunque triste pueda parecer,
de querer ya no me quedan ganas.
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