PRELUDIO DE SOLEDAD
Vuelvo a tu abrazo,
mi amiga del alma,
allá donde soñar es un juego;
a vos, que gustás de mis alas
y no te espantan mis vuelos;
allá donde mi fuego no daña,
porque el amor sólo es verso;
a vos, que no huís de mis palabras
ni tampoco de aquello que siento;
Vuelvo a tu abrazo,
mi amiga del alma,
allá donde amar es recuerdo;
donde todo y nada se guarda
en mi cajita de hielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario